Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 6 de septiembre de 2011

Revancha

Tal vez si hubiera preguntado dónde íbamos después habría hecho las cosas de otra manera. No habría sido tan hijo de puta, ni habría pisoteado la moral de Susana todos los días desde que nos casamos. Habría sido un padre más cariñoso. Habría sido un padre. Si lo hubiera sabido, ahora no estaría metido en un cuerpo de lagartija, ni mi hijo me habría cortado la cola como un sádico. Y mi mujer no estaría a una décima de segundo de tomarse la revancha pisoteándome. Literalmente.

palabras preci(o)sas

13 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Esto de la reencarnación es lo que tiene.

Luisa Hurtado González dijo...

A veces no hay nada como tener que asumir las consecuencias de determinados actos para entender muchas cosas.

Incógnita dijo...

Nunca me gustó trabajar con modelos animales... pero después de tu post no puedo esperar a que ciertas personas reencarnen para comenzar a hacerlo en el laboratorio donde investigo.
Muy bueno :)

Unknown dijo...

Son modelos de la reencarnación que por razones de leyenda asumimos como exactas.
Por cierta lógica la reencarnación se nos presenta como una situación que imparte justicia, quizás por compensar la falta de la misma que vivimos, aunque nada garantiza que de exixstir un mundo venidero será mejor.
Siento que debemos concretarnos a cumplir bien con nuestro turno actual en vez de postergarlo para un incierto momento venidero.

Pluma Roja dijo...

Magnífico micro relato, Felicitaciones.

Saludos.

Lucas Fulgi dijo...

Una cuestión de karma...

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Resumen perfecto de la máxima que reza que los condicionales contrafácticos son verdaderos porque la premisa es falsa.

Pero bueno, uno en la vida siempre cosecha lo que siembra, ¿no?

Excelente micro.

Enhorabuena.

Towanda dijo...

¡Ah, se siente!
Eso lo debiste pensar antes.
Muy bueno, un abrazo.

Juan Enrique Vicuña dijo...

No hay que llorar sobre la leche derramada. Saludos.

Sara Nieto dijo...

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y por haberos detenido a leerme.

Javier Ximens dijo...

Reencarnarse en lagartija para ser torturado por tus victimas. No está mal. Es peor otras teorías sobre fuegos eternos, pues al fin y al cabo, una nueva reencarnación le dará la oportunidad de mejorar. Por si las moscas, ahora me voy a hacer la cena a mi familia.
Objetivo: hacer reflexionar al lector, y tu lo has conseguido

El Eskimal dijo...

Lo raro es que viendo el peligro se da cuenta.

Sara Nieto dijo...

Ximens, me alegro de que mi micro haya contribuido a que tu familia haya disfrutado de una cena preparada por tí.

Eskimal, no se da cuenta de lo mal que lo hizo hasta que ya es demasiado tarde. Como nos suele pasar a casi todos. Pero el karma suele poner a todos en su sitio. A algunos en el de una lagartija y a otros en el del pie que la va a pisar.

Saludos y gracias por leerme.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.