Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 31 de julio de 2012

Alucinaciones auditivas en posición horizontal

“Además, el pollo rebozado siempre humea demasiado.” Esta y otras frases igualmente ridículas se manifestaban de forma nítida en cuanto se tumbaba. Eran alucinaciones auditivas, claro, porque nadie había dicho nada. Estar en posición horizontal y escucharlas era todo uno. En cualquier otra postura no había ni rastro de ellas. Y, claro, imaginaos. A una novia que siempre le reprochaba que no quisiera hablar con ella y se quedara dormido después del acto, tuvo que decirle: “Es que cuando terminamos empiezo a oír gilipolleces.” Se lo tomó mal y le dejó. Como todas. Pobre muchacho. Pero vamos, que dentro de lo que cabe, lo llevaba bien.

lunes, 30 de julio de 2012

Impune

La llave estranguló a la cerradura y desapareció sin dejar huellas.






ficcionario breve

sábado, 28 de julio de 2012

Lluvia de ideas

Después de tanto rogar que llegara la inspiración, las ideas surgieron a borbotones. 
La musa, en vez de susurrar o sugerir, hablaba rápida y atropelladamente. 
El escritor en trance garabateaba en la, hasta entonces tan temida, hoja en blanco. 
Escribía precipitadamente y continuó haciendo anotaciones extendiéndose en varios cuadernos. 
Ahora ya tenía ideas para varias vastas novelas. 
Tramas, personajes, enredos, conflictos, nudos, situaciones jocosas, sentidos dramas, romanticismo y amor, paisajes de ensoñación, frases memorables, misterios inquietantes, humorosas confusiones, acción y heroísmo, pasiones incontrolables, nostalgia concentrada, sabias reflexiones, brillantes desenlaces... 
Sin embargo, a pesar de todo, el hombre asombrado examinaba y miraba compungido las páginas. 
¡Cómo le fue a tocar una musa parlanchina, si él era escritor de microcuentos!

viernes, 27 de julio de 2012

TRAGEDIA AL ATARDECER.

Al irse ocultando el sol Milena tenía el rostro bañado en lágrimas. Ahí tendida en su cama,desnuda revelando su total belleza, los recuerdos acompañaban el llanto y los sucesos de ésa mañana se proyectaban en su mente como escenas de cine. La carretera, la tormenta, el auto cayendo al barranco,los paramédicos subiéndola a la ambulancia, los cuerpos de su perra y su bebé molidos y ensangrentados y lo peor lo sintió al saberlos muertos. Y ella seguía sumergida en ésta memoria de  horror amamantando a los perritos.

jueves, 26 de julio de 2012

HISTORIAS EN LA AZOTEA: Cuando encontré el amor en ninguna parte


HISTORIAS EN LA AZOTEA: Cuando encontré el amor en ninguna parte: Por William E. Fleming. Todo sería un juego de una única noche. La misma habitación mugrosa, vieja y descuidada de un motel lejos...

Así es como empieza el microrelato erótico, concerniente al segundo juego de Historias en la Azotea. No podréis perderselo y para poder leer todas mis entradas.
http://historiasenlaazotea.blogspot.com.es/search/label/William%20E.%20Fleming

MODISTA DE SUEÑOS

Cuando deshiciste las maletas y colgaste tus sueños en mi vida, me los fui probando todos; a los que me quedaban grandes les subí el bajo y saqué la sisa de los que me estaban estrechos; abrí ojales y cosí botones, deshice jaretas y añadí pespuntes; no dejé ninguno sin arreglo, los fui ajustando a mi cuerpo y a mi mente. Un buen día me confesaste que amabas a otra y te dejé partir. Pero me quedé con ellos, de vez en cuando me los pongo, huelen a naftalina, pero me gusta recordar lo bien que me sentaba el amor.

miércoles, 25 de julio de 2012

En busca del arte

Cansada de la biosíntesis de proteínas y de la formulación inorgánica, decidí estudiar Bellas Artes. Tras el suspenso en física que había sacado en selectividad por haberme inventado las fórmulas, tomé la determinación de estudiar algo donde pudiesen suspenderme por no tener imaginación y no por tenerla. Cuando le dije a mis padres que no quería estudiar medicina se pusieron furiosos, mi padre pegó un portazo que retumbó en el pasillo como un tambor en la procesión del silencio y mi madre se encerró en la cocina para hacer pastelitos y olvidar con el azúcar al fracaso que tenía por hija. Al día siguiente, con voz tosca y rotunda, me dijeron en la comida que en esa carrera no pintaba nada.  Les dije como pude, entre los sollozos de mi madre y los gritos de mi padre, que otra cosa no sería, pero pintar iba a pintar bastante.

Autora: Alba Ramírez
Blog: Agnosia Terminal
Ilustración: Ricardo Figueroa

EL ALCOHOLIMETRO




Lo mira sonriente... !ya no habrá disculpa!
No le podrá mentir más.
Eso de llegar a las tantas de la noche oliendo a alcohol y negándole que es cierto... que se piensa que es tonta, !que la parieron ayer!
Le costó huir de la poli de tráfico, eso si.
Que la mandaron parar para soplar y ella, al ver el invento !Genial!
Sacó boquilla, cogió aparato y aceleró sin pensarlo más.
Se quedaron con la boca abierta y cuando reaccionaron ya ella se había metido por aquellos caminos de tierra donde solo los nativos sabían que existían y por donde salían..., que ella era muy lista  !se lo decía su madre!
Ahora espera impaciente la llegada del almendruco... que sí, que le verá la cara cuando ya no pueda mentirla más, que sí, que le vería la cara !Ja!

martes, 24 de julio de 2012

Adjevitos

Empecé a equivocarme. Dixleseaba. Al principio, solamente me pasaba con las cifras; escribía 49 por 94, 82 por 28, o 69 por 69. Después vinieron las palabras. La mayoría de las ceves no me bada cuenta. Intentaba seguir los cánones y llenar mis hisrotias de sustantivos, goteando los adjevitos, pero acababa siempre metiendo alnugo más de lo debido. Dejaron de puclibarme en las dos etidoriales con las que había trajabado durante toda la diva; ya no me llamaban como judaro a los consurcos y cermatenes a los que solía acudir. Un lopogueda amigo entroncó un día la causa de mi exñatra dixselia: debía volver a ulitizar adjevitos, dijo. Solamente así me curaría. Tenía razón, desde que sigo el tratamiento ya nunca me eviquoco.

AUTOR: Francisco J. Rubio

lunes, 23 de julio de 2012

EN EL PEQUEÑO PUEBLO.

Y tan chico era el lugar que a donde fueras todos estaban emparentados.
Salían del gimnasio y que se encuentran cerca de la docena de pobladores y se les escucha ésto:
----Oye Pepe, ¿ Quieres venir con nosotros a la boda de Camila y Gervasio?----

----No que va, no puedo, tengo el compromiso de ir al velorio de mi tía la del restaurante.---

----Ah cierto. ¿Es verdad que van a servir una cena de lujo con chef importante y todo?---

----Así será. Ellos acostumbran lo que llaman la cena fúnebre, al estilo italiano, de gran banquete.---

----Mira, Será que mejor voy contigo a dar el pésame. A mi las bodas me aburren.---

Parada de Bus

Pasó cerca de mi como una ráfaga. Corría a tal velocidad que si fuera de mi conocimiento o amistad y quisiera alcanzarle, no lo hubiere logrado nunca. Una estela de zozobra dejó en el aire, una impotencia inmovilizante en cada uno de los que esperábamos el trolebús a metros de esa maldita esquina. Vestida de sensación la "cosa" se metió de lleno en el encontronazo de la moto con el flamante utilitario cargado de verduras. El pobre jovencito, voló, sin casco, en una desgraciada pirueta .

domingo, 22 de julio de 2012

El caso Bukowski

El reloj marcaba las tres en punto de la madrugada cuando una llamada telefónica en la comisaría de policía alertó de lo que parecía un nuevo asesinato en las calles de Madrid. El cadáver, como los otros siete anteriores, no presentaba signo de violencia y presumiblemente de nuevo había sido envenenado. En su boca, adherida con un trozo de celo, una tarjeta de un bar de la capital de España llamado Bukowski, cerraba cualquier oportunidad de entrada de aire en los pulmones de la víctima. En el dorso de la misma se anunciaba una promoción de dos cócteles por uno aquella noche, concretamente si escogías el llamado coctel Vodka 7. La alarma iba en aumento a la par que las pérdidas económicas para el propietario del establecimiento. En el lugar de los hechos los agentes secretos del centro nacional de inteligencia recopilaban con esmero posibles pistas que permitieran aclarar algo del caso y salir del callejón sin salida donde se encontraban. Después de la séptima noche, del séptimo asesinato, tan sólo tenían claro que los cócteles masculinos conllevaban un cadáver de un hombre y viceversa. Y algo más inquietante: la lista de cócteles del bar Bukowski contenía 100 variedades distintas.

sábado, 21 de julio de 2012

SECRETOS







Que él nunca me contase lo sucedido aquel día, abrió un abismo entre nosotros. Él en una orilla con sus miedos y yo en la otra con mis sospechas. Entre medias el vacío.
Rosa M.
http://vanalaire.blogspot.com.es/




INSTANTÁNEA.

Morgana y Maximino se amaban intensamente, y en un año que llevaban juntos como matrimonio tanto en el amor como en la fotografía profesional, habían tapizado los muros de su egoteca con sus fotos  en compañía de todo mundo. Toreros, artistas,gente famosa, gondoleros en Venecia y hasta notorios criminales que habían retratado en reportajes; formaban el diverso mosaico sociológico de sus recuerdos juntos. Se sentían arropados de inmortalidad a través de la compañía de tantos que la habían alcanzado.
Un domingo se levantaron tarde después de una noche de fiesta y amor y ella se metió a la ducha y él fué a preparar un café recién molido para sacarlos de la resaca y regresarlos a la feliz conciencia del día de descanso.
Al salir ella del baño lo vió en la terraza con la cámara de video montada en el tripié.
----¿ Estás grabando algo.?--- preguntó.
----Sí, a nosotros. Ven conmigo a ésta película.---
---¿ Ah sí, y de que trata la película.? ----
----De amor. Del gran amor de Morgana y Maximino.---
----Bueno, me seco el pelo y regreso.----
----No. No lo seques. Es la escena del beso y tiene que ser con el pelo mojado.---
Se besaron y él la abrazó con ternura y ella correspondió.
De repente él cayó arrodillado.
---¿ Te pasa algo Max.?---
---Podría decirse que sí. Me pasa algo muy intenso. Ayúdame a ponerme de pié, tengo algo que decir a cámara. Eso. Adiós amigos televidentes. Me despido de todo mundo por éste medio y también de mi querida Morgana.  En éste video verán que grabé un crimen que cometió el vecino de enfrente, y se vé como advierte que lo tenía en cuadro y me disparó con un rifle. Lo que él no esperaba al herirme de muerte,
es que yo me arrastrara y me desquitara con un flechazo que le atravesó el cuello cuando pretendía huir, o quizás venir acá por mi cámara. Adiós mi amor, vende éste documento en una fortuna Aaargghhh, carajo, yo no quería morir.---

Fue lo último que dijo.

viernes, 20 de julio de 2012

Aromas

Antes, mucho antes de escuchar sus pasos, sé que se aproxima porque puedo percibir su aroma en la distancia. Antes, mucho antes, he imaginado las suaves gotitas de azahar posándose en su cuerpo. Llega. Acaricio su rostro con la mirada. No digo nada; ella tampoco. Sobran las palabras.
Esta mañana la voz de Clara rompe el silencio: "La señora está perdiendo la razón". Se acerca para mostrarme los pequeños cortes en sus manos. Huele a azahar. Parece que Amelia, en un arrebato de furia, ha arrojado el frasco al suelo y ella, al recoger los pedazos de cristal, se ha herido. Anuncia que se marcha, que nos deja. Inútilmente me deshago en un mar de súplicas. No puedo soportar la sola idea de pensar en su ausencia; necesito que siga robando a hurtadillas el perfume de mi esposa. En la distancia, Amelia contempla burlona la escena. Sonríe con una mueca extraña, camina hacia mí y me ofrece su cuello para que lo bese. Conoce mi secreto y me lo hace saber con un golpe certero al más delicado de mis cinco sentidos. Apesta a colonia barata, a la piel de la joven doncella recién llegada a casa, la que ahora, años después, nos abandona atesorando una fragancia que no le pertenece. No digo nada; ella tampoco. Desde hoy me faltan las palabras.
 
Autora: Nuria Rubio González

Regañinas desde el otro lado


Mientras en la habitación contigua mi hija se reúne con sus amigas yo veo la televisión y para mi sorpresa se suceden las imágenes de mi vida a cámara rápida: la comunión en la cantina del instituto, mi graduación de la facultad en el salón de convite de mi boda, el nacimiento de Paula con la jura de bandera del pequeño, la visita del médico que me ha detectado piedras en el riñón con un mensaje de mi fallecida esposa: “Controla a tu hija que  vuelve a molestarnos con sus jueguecitos de Ouija”.  

jueves, 19 de julio de 2012

Todas las posiciones del Kamasutra



Compran el Kamasura y deciden probar todas las posiciones. 
De frente, de lado, inclinado, acostado… 
Finalmente prefieren la tradicional: el libro vertical en el librero.
Este microcuento, en una versión un poco más reducida (para cumplir con el límite de 140 caracteres), participa en el Concurso de Minicuentos eróticos con un toque de humor 

martes, 17 de julio de 2012

Mártir

En una aldea perdida de África, un nuevo mártir levitaba con los brazos en cruz, entre moscas, hambre y raciones de emergencia. En su mirada infinita, dos pozos al otro mundo, se perdieron extasiados cien misioneros y doscientas monjas, cuatro obispos y dos cardenales. Tenía hambre de santidad y se llevó a los más beatos. No podía haber lugar para la duda, alguien tuvo que rematarlo antes de que llegara el Papa para canonizarlo.

Autor: Alberto Medina

La reina


Hasta sus oídos había llegado que uno de ellos la amaba pero, ¿cómo saber cuál?, todos los peones eran iguales.

lunes, 16 de julio de 2012

Entrenamiento


Cierto día, el hombre sin zapatos salió a la calle. Pisaba chicles, piedrecillas, escupitajos, colillas resecas. Nada le importaba. Había trabajado duro para fortalecer las plantas de los pies. Cruzó un jardín, subió una colina, bajó a la orilla del río, caminó sobre el puente. Satisfecho de su entrenamiento, entró en el museo. Cuando pisó la primera alfombra, cayó desmayado.

Autora: Virginia González Dorta






viernes, 13 de julio de 2012

Las trampas del tiempo

El reloj de la torre marca las cinco, demasiado tarde ya.
—Ya no vendrá— digo y no puedo evitar un suspiro que me deja un sabor amargo a punto final.
Mis ojos recorren la plaza por última vez. Hoy haría 50 años, pero no hay aniversarios para lo que no llegó a suceder. Mientras me ayuda a levantarme, mi nieta me señala interrogante a un señor sentado un poco más allá.
— ¡Nena, por Dios! Era alto, guapísimo y tieso como una vara— la regaño al ver a ese pobre anciano calvo y encorvado.

Autora: Nieves Torres

La voluntad del difunto


Por decisión del difunto, la viuda solicitó que incineraran el cuerpo ni bien el sufriente soltase su último suspiro, sin embargo, antes de expirar, el marido le había hecho prometer que le compraría un coqueto cajón, pues se trataba de una persona a la que siempre le había gustado guardar las apariencias. En este caso, apariencia de adinerado y de cuerpo completo. Digámoslo sin ambages, este muerto había sido un hombre afectado y presuntuoso, nadie lo tragaba.
Por esta razón, sólo concurrieron al velatorio unos pocos parientes y compañeros de trabajo, más para comer y beber algo que por sincero afecto. De vez en cuando, miraban hacia el féretro cerrado con indiferencia, sin sospechar que estaba lleno de sacos de arena. La viuda, mientras tanto, calentaba agua y cumplía -obedientemente- la última voluntad de su marido.
Al final, nadie supo que se veló un cuerpo ausente, apenas presente en el mal recuerdo, y en el sabor un tanto extraño del café.

martes, 10 de julio de 2012

La magia de lo cotidiano

Los niños jugaron a atrapar la luz y para su sorpresa, la luz se dejó atrapar.
Asustados escaparon y desde lejos volvieron a mirar.
Allí seguían; parecían estrellas sobre la hierba, luciendo intermitentes, temblando como mariposas.
Volvieron sobre sus pasos y lograron apresar una. Con el puño cerrado corrieron a casa y allí emocionados destaparon su tesoro. Sólo encontraron un gusano negro y feo.
Entonces entendieron que en lo cotidiano también se esconde la magia y que sólo en libertad florece lo extraordinario. 

Autora: Desasosegada

viernes, 6 de julio de 2012

Tocata y fuga

Al principio pensó que aquel malestar que empezó a sentir se debía a los efectos de la condenada resaca que lo había sumido en un estado de sopor infinito y había instalado en su cabeza un martillo que no cesaba de golpearle. Noche bañada en alcohol. Todavía recordaba el juramento que le hizo a su madre, sería un abogado brillante, el número uno de su promoción. Y ahora se encontraba desnudo y pidiendo socorro, encerrado en el ascensor de los juzgados. Su primer cliente. Lo último que recordaba era el golpe en la cabeza. Se lo llevó todo, hasta la toga. Defensa por robo con intimidación. Evidentemente su cliente era culpable.

Autor/a: Montse Augé

miércoles, 4 de julio de 2012

Seísmo

Julio Gómez Biedma, Es positiva la herencia del hombre en la tierra

La isla se estremeció. En su piel virginal los pasos del náufrago hacían las primeras cosquillas. 


Pativanesca

El tiempo está loco


- ¿Qué vas a hacer?
- No preveo cambios para el fin de semana - sonrió. - Se espera agua entre tus párpados y temperaturas bajo cero en las costillas. Cielo lleno de nubes y niebla matutina acompañada de vómitos. Predominará la mar viva en los gritos, marejada al mediodía y seguro tormenta en los golpes.
- Sé que tú nunca fallas - la mujer del meteorólogo aferró el cuchillo - pero puede que sea hora de un cambio climático.

Un saludo.

lunes, 2 de julio de 2012

Una mañana



"Abro los ojos despacio mientras coloco mi pelo rebelde con las manos. Ha sido una noche inolvidable,  pienso sonriendo e imaginándote todavía acariciando mi muslo con tus manos. La cama esta revuelta, la luz entra a través de las persianas bajadas dibujando cuadrados blancos por toda la estancia.
Huele a café recién hecho. Bajo mis pies descalzos al frío suelo y camino arrastrándome por el pasillo que me separa hasta la cocina. 
-Buenos días- me dices bajando el periódico de tu cara.
Me lanzo a tu cuello y lo beso con fuerza, haciendo ruido. Algo que odias y que respondes con un quejido.
-Buenos días intelectual- te digo robando de tus manos el periódico y lanzándolo al techo- hoy no hay malas noticias, no hay trabajo, responsabilidades ni tiempo muerto, hoy solo existo yo y mis monstruos internos.
Me siento en tus rodillas y bebo el café de tus labios.
-¿Sabes una cosa?- me dices muy serio. Con cara de científico frustrado- yo mataría monstruos por ti. Sólo tienes que avisar.
La carcajada recorre cada rincón de la cocina y rebota para alejarse como hojas al viento y perderse entre las nubes."

AUTORA: Laira

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.