Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 29 de mayo de 2013

El laberinto

Era un laberinto de muros altos y macizos, creados para que solo se pudiese mirar hacia atrás o hacia adelante. No había recovecos oscuros ni puertas encubiertas; no había mayores enigmas, ni tramas ni enredos. Era un simple deambular girando en las esquinas, eligiendo al azar los caminos que se bifurcan, recostando la espalda en las duras paredes como fría tregua. No había minotauros ni monstruos; era el afán de llegar al final del camino lo que apremiaba al viajero. Aunque, seguramente, otro peregrino podía preferir quedarse estudiando las grietas dibujadas en el muro por el paso del tiempo. O, tal vez, sencillamente mirar hacia arriba y observar que el cielo era el techo y las paredes del laberinto, los límites que nos creamos viviendo.


4 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Como la vida misma.

Andrea Vinci dijo...

Me gustó el final por el punto místico-metafísico que tiene: el cielo abierto y nuestra incapacidad para verlo.

Unknown dijo...

Un hermoso laberinto espejo de tu belleza.
En el vacío infinito de la quietud se transparenta que somos dueños de todo el universo.

Sara Lew dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios.
Abrazos.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.