Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

domingo, 25 de septiembre de 2016

Llovizna. Pedro Sánchez Negreira


LLovizna


Llovía y las gotas golpeaban con ritmo silente el cristal de la ventana. Aquí siempre llueve, siempre igual. Mientras esperaba a Julia, sentado en la cocina, pensé en que quizás fuera esta lluvia –que dura de octubre a octubre– la que hizo florecer nuestra amargura. La esperaba porque debíamos hablar; necesitaba decirle que no podía más, que lo mejor –para los dos– sería separarnos y que esta vez no habría una nueva oportunidad. Sé que el final llegó mucho antes de que me atreviera a confesárselo, antes de darme cuenta de que aquí las nubes nos acarician los hombros. Durante demasiado tiempo le eché la culpa a la grisura que nos envuelve, al ruido del frío que nos rodea, porque me costaba aceptar que fuésemos ella y yo los únicos responsables de nuestros orgasmos tórpidos, de nuestras calmas con púas, de nuestros silencios desportillados, de nuestras caricias inanes. Pero ya no podía recordar por qué seguía a su lado. Demasiados años sintiendo, siempre, que algo me faltaba. Confesándoselo y notando que ella lo oía como quién oye llover. Había decidido marcharme esa noche. Prefería estar solo a soportar la tristeza que me calaba a su lado, pero temí que la verdad se me atragantara como granizo en la garganta. No quise herirla y le mentí. «Estoy enamorado de otra» le dije. 

Autor: Pedro Sánchez Negreira
Blog: Entre nunca y quién sabe

3 comentarios:

jfbmurcia dijo...

Las rupturas tienen ese sabor que tan bien describes. Saludos.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

El final es apoteósico, y el tono lírico durante todo el relato, al alcance de pocxs.

Torcuato dijo...

Es una maravilla

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.