Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 29 de noviembre de 2011

LOS CONSEJOS DE UNA MADRE

Su madre siempre le decía que pusiese el corazón en todo lo que hiciese, por eso cuando empezó a trabajar en la oficina del paro, siguió con esmero sus consejos y desde que llegó las inscripciones descendieron drásticamente. Era meticuloso, pulcro, un maestro al que pronto muchos empezaron a imitar, se multiplicaron los formularios debidamente cumplimentados a su manera y el paro descendió rápidamente, aumentando eso sí, el número de individuos descorazonados que se acumulaban en las puertas traseras y el nauseabundo olor a podrido en algunas administraciones públicas.




http://unlibroesunjardndebolsillo.blogspot.com

8 comentarios:

Sergio DS dijo...

El fin justificaba los medios.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Este da mucho miedo como le manden a china a solucionar los problemas de superpoblación.

Rosa dijo...

Que miedo me da este señor Paloma...

Besos desde el aire

Unknown dijo...

Ésto aclara como todo es relativo, una vez filmábamos en Puerto Rico y el camarógrafo Henry Vargas manifestó que lo importante en una persona consistía en ser trabajador, de inmediato el director de la película y yo comentamoos que Nixon era muy trabajador, lo cual no convertía su frase en algo tan exacto como afirmación.

Elysa dijo...

Espero no tropezarlo en mis correrías burocraticas, no quiero formar parte de individuos descorazonados. Da miedo...

Besitos

Zunilda Moreno dijo...

Ay! Paloma, menos mal que no enseña por aquí, tu protagonista. . .
Un beso

montse dijo...

¿Cómo pudo interpretar tan mal un consejo tan bueno??????????

Anónimo dijo...

Mal ejemplo para nosotros los optimistas.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.